¡Hola!
¿Cómo va ese confinamiento? Espero que muy bien. Y la salud no te falte ni a ti ni a los tuyos. Ni a nadie, obviamente.
Hoy te traigo una historia de confinamiento y WordPress. Ayer, me escribe una amiga con un problema. Resulta que no puede acceder al WP, que ha comprado una conocida suya para hacer la web de su empresa. Pienso:
“Con esto ya tengo la tarde entretenida”
Lo primero es llamarla para ver de qué información dispone y para conocer la situación en la que se encuentra la web. Su conocida solo le ha pasado las claves del alojamiento web, más concretamente el acceso a su panel de usuario del hosting.
Ante esto lo primero que hicimos fue ver en qué estado se encontraba WP.
Estaba instalado. Sin usuario y contraseña poco íbamos a hacer. Le recomendé borrar la instalación de WP (no tenía contenido) y comenzar de nuevo. De esta manera haría una instalación limpia y sabría qué pasa a cada momento. Desde el panel de hosting no encontró la opción de desinstalar.
Venga pues hagámos una desinstalación de WordPress a mano. Le advierto:
“Esto que vas a hacer es delicado. Si tienes algún problema o duda pregúntame antes de liarla”
El siguiente paso es entrar por FTP y borrar los archivos. Acceder a la base de datos y borrar las tablas, si no se pudiera borrar la base al completo. Nos nervios estaban a flor de piel. Recuerda que seguíamos al teléfono. Le tranquilizo y le digo que hacemos un control remoto y desde la comodidad del sillón de casa lo hago yo.
Conectamos el control remoto y accedo a su ordenador.
Como tenía acceso a su ordenador y ella podía poner las claves, lo facilitaba mucho. Opto por desechar la idea de reinstalar WordPress. Si tengo acceso, vamos a ver porqué falla, y así aprendemos algo en una tarde de domingo.
Mientras iba toqueteando todo, le explicaba el porqué lo hacía. Así si le volvía a pasar no tendría que llamarme mientras estaba en la playa con mi refrigerio.
¡Ah no! ¡Llama! ¡Llama! Estoy confinado y me entretengo.
Regresando a nuestra historia…
Voy directamente a la base de datos de WordPress. Como no queremos cambiar la contraseña del administrador del sitio, duplico el único usuario que había. Aprovecho y le mejoro un poco la configuración de las tablas para aumentar la seguridad de la web. Con el duplicado le creo una clave y usuario nuevos a mi amiga. Recuerda que cuando se cambia o se crea la contraseña desde la base de datos hay que añadirle al codificación MD5. Esto le supuso un pequeño shock.
Intentamos acceder por las URLs habituales a la administración del sitio. Consigue loguearse pero no accede al panel de administración, solo al front de la web. Me planteo la siguiente cuestión.
¿Es algún plugin instalado a cuestión de permisos de usuario? Sospecho que permisos
Entro por FTP al servidor y desactivo los plugins de WordPress manualmente (se le cambia el nombre a la carpeta del plugin).
Intentamos volver a acceder y efectivamente seguimos en las mismas. Es cuestión de permisos.
Optamos por cambiar la contraseña del administrador. Si no, sólo quedará reinstalar WordPress a mano. Con la contraseña nuevo accedemos a WordPress. En el panel de usuarios le añadimos los permisos correspondientes y completamos la información que no habíamos rellenado desde la base de datos.
Cierro sesión y se loguea con su usuario.
¡Al fin, ya está dentro!
Y así es como pase media tarde del domingo entretenido recuperando el acceso a un WordPress donde solo tenía el usuario y contraseña del panel de hosting.
¡Gracias amiga!